miércoles, 26 de marzo de 2014

Capitulo 4❤



      Nos lleva la mayor parte del día descargar todas las cajas y los muebles. Nuestro casero ayuda a mover las cosas más grandes que mamá y yo no podemos levantar por nuestra cuenta. Estamos demasiado cansados para ir por las cajas dentro del Jeep y acordamos dejarlas para mañana. Estoy un poco decepcionada cuando el camión de mudanzas está finalmente vacío, ya no tengo excusa para pedir la ayuda de Pedro.
    Tan pronto como mi cama está montada, empiezo a tomar cajas etiquetadas con mi nombre del pasillo. Logré desempacar la mayoría de ellas y hacer mi cama cuando me di cuenta que los muebles en mi habitación, dibujaban sombras a través de las paredes. Miré por la ventana y el sol se estaba poniendo. O bien, los días eran mucho más cortos aquí, o había perdido la noción del tiempo.
      En la cocina, encuentro a mamá y Gonza poniendo los platos en los gabinetes. Me subí en una de las seis sillas altas del mesón, que también funcionaba como mesa de comedor a falta de uno. No hay mucho en esta casa. Cuando pasas por la puerta principal, hay una pequeña entrada seguida de la sala. La sala está separada de la cocina por nada más que un pasillo a la izquierda y una ventana a la derecha. La alfombra beige de la sala está bordeada por madera oscura que va a través del resto de la casa.

 —Todo es tan limpio aquí —dice mi madre mientras continúa guardando los platos—. No he visto un solo insecto. Texas tenía más insectos que briznas de hierba. Si no estabas espantando moscas, estabas matando avispas.

—Supongo que esa es una cosa buena de Michigan —respondo. Abro una caja de pizza frente a mí y miro la elección. —¿Una cosa buena? —Dice mientras me guiñaba el ojo. Se inclinó sobre la barra, tomó un pepperoni y lo hizo estallar en su boca—.

 Pensaría que serían al menos dos cosas buenas —finjo no entenderla—. Te vi hablando con ese chico en la mañana —dice con una sonrisa. —Oh, por favor, mamá —digo con tanta indiferencia como puedo—.

     Es bastante positivo encontrarnos con la no sorpresa de que Texas no es el único estado habitado por la especie masculina. — Caminé al refrigerador y tomé un refresco. —¿Qué es anatado? —pregunta Gonza. —Habitado —corrijo—.

     Significa ocupar, morar, residir, poblar, asentar, vivir. —Mis cursos de preparación para el SAT estaban dando frutos. —Oh, ¿algo como la forma en que anatamos Ypsilanti? — Pregunta. —Habitamos —corrijo de nuevo. Termino mi pedazo de pizza y tomo un sorbo de refresco—.

   Estoy derrotada. Me voy a la cama. —¿Quieres decir que vas a habitar en tu habitación? —Corrige Gonza. —Eres un estudiante rápido, pequeño saltamontes. — Me inclino y beso la cima de su cabeza y me voy a mi habitación.
           
              Se siente tan bien meterse debajo de las sábanas. Al menos mi cama es familiar. Cierro mis ojos y trato de imaginar que estoy en mi antigua habitación. Mi vieja y cálida habitación. Mis sábanas y almohadas son muy frías, así que tiro de las mantas por sobre mi cabeza para hacer algo de calor. Nota mental: Localizar el termostato como primera cosa en la mañana.

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